¿Cuánto demora un embargo de bienes?

Desde el momento que recibes la notificación del inicio del proceso hasta la carta de embargo, no hay una duración exacta, pues depende de cada caso; sin embargo, si quieres un consejo, no trates de averiguarlo.

¿Que es un embargo de bienes? 

Es el secuestro de tus bienes con el fin de liquidar la deuda que está pendiente por tu parte, cualquier institución tiene derecho a embargar por cualquier cantidad. Sin embargo, primero la debe de autorizar un juez civil, este te notificará fecha, hora y lugar. El embargo puede demorar, pero eso dependerá mucho del tipo de deuda. 

¿Cuánto tarda un embargo de bienes? 

En un embargo de bienes muebles, por ejemplo, si todo marcha sin inconvenientes, todo puede quedar resuelto en ocho meses, pero sí hay trabas, se puede extender hasta un par de años. 

En tanto, en un embargo hipotecario los tiempos cambian de manera significativa, pues al ser un proceso más complicado, dos o tres años es lo más rápido que el juez suele dar su veredicto, llegando a extenderse hasta cinco años.

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¿Cómo inicia el proceso de embargo de bienes?

El trayecto hasta que se efectúa el embargo es largo, y todo inicia desde el momento en que te atrasas en tus pagos. 

En el caso concreto de una hipoteca, apenas se da el primer retraso en el pago, y el banco lo que hará inmediatamente será ponerse en comunicación contigo para ver los motivos por los cuales no realizaste el depósito.    

Si el retraso continúa los próximos días, dará inicio la siguiente fase, que consiste en reclamarte el pago e invitarte a que te pongas al corriente inmediatamente. 

En el caso de que ligues meses sin pagar los abonos, la cosa se pondrá más sería, pues ya no sólo habrá llamadas telefónicas y correos electrónicos, sino que lo más probable es que recibas en tu hogar la visita de cobradores. 

Debes saber que ellos no deben agredirte ni verbal ni físicamente, y en caso de que lo hagan puede denunciarlos ante la www.gob.mx/condusef. 

¿Me pueden embargar si no pago mi deuda?

Ten en cuenta que el banco no quiere embargarte, es un proceso que le lleva tiempo y le genera costos que no está dispuesto a asumir, por lo que antes tratará de llegar a un acuerdo con contigo. 

En este punto aún puede negociar y es mejor que hagas el esfuerzo para hacer un trato, pues a partir de este punto será difícil dar marcha atrás. 

Puedes acercarte directamente a la institución y arreglar una forma de ponerte al corriente en tus mensualidades, ya sea pagado el monto que adeudas en una sola exhibición o bien, pagando cada mes un poco más de lo acordado. 

También tienes la opción de refinanciar la deuda con otra entidad bancaria, o en casos extremos se puede plantear la venta de la vivienda  esto para liquidar el préstamo sin tener que llegar al embargo.

Si dejaste pasar tu oportunidad de negociar el tiempo de impago se extendió tres o cuatro meses, lo más probable es que las llamadas y visitas se detengan, pero eso no es una buena noticia, pues lo siguiente que leerás será una notificación del proceso de embargo.

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¿Cuándo se ejecuta el embargo de bienes? 

La ejecución del embargo como tal comienza con una denuncia judicial que, dependiendo cada caso puede durar entre tres y cinco años, esto dependiendo de que el banco presente todas las pruebas y de los amparos que consiga el deudor. 

La Asociación de Bancos de México se ha quejado durante años que el tiempo de resolución de un juicio hipotecario es excesivo, lo que incrementa los costos de operación y por consiguiente las tasas de interés a los usuarios. 

Para atender esta problemática, dentro la reforma financiera de 2014 se incluyeron normas para acelerar los procesos; sin embargo, los resultados no han sido los esperados.  

Tras ese largo recorrido (entre tres y cinco años), el juez designado por fin dicta sentencia, y de ser el embargo, la institución financiera podrá tomar el control de la propiedad para ponerla a la venta y recuperar su dinero. 

Lo que hará exactamente será ponerla a subasta, muchas veces entre las propias inmobiliarias con las que suele trabajar, esto a un valor inferior al tasado en el que se concedió la hipoteca. 

Regularmente, si la subasta queda desierta, el banco procede a vender el inmueble al 50 por ciento del precio de salida.

Como podrás ver el proceso es largo y desgastante, así que mejor evítalo, recorta gastos innecesarios y no dejes de estar al corriente en tus pagos. 

¿Qué bienes me pueden embargar? 

En caso de ya tener problemas de embargo, debes tener en cuenta que si no te encuentras en tu domicilio aún así se puede realizar el embargo con el uso de la fuerza pública. Si ya afrontaste la situación y tienes miedo que te dejen sin nada, debes tener conocimiento de los bienes que sí se pueden embargar:

• Alhajas. 
• Sueltos y pensiones (solo una quinta parte de estos) 
• Muebles de lujo. 
• Joyas. 
• Bienes raíces. 
• Rentas
• Dinero. 
• Créditos vigentes. 

¿Qué bienes no se pueden embargar? 

• Muebles de uso diario. 
• Libros.
• Ropa de uso diario.
• Sueldos y pensiones que estén protegidos por la ley. 
• Herramientas para ejecutar el trabajo del deudor. 

¿Es posible que me vuelvan a embargar o realizarse un reembargo? 

Bueno, el reembargo sí es posible: y este se da en caso de que los bienes embargados en la primera jornada, no sean suficientes para cubrir el monto de la deuda y los gastos del juicio. Por lo que, en caso de tener un segundo embargo los bienes a secuestrar serán los siguientes: 

• Bienes escondidos en el primer embargo. 
• Bienes nuevos adquiridos 
• Bienes que se encuentren en otro lugar y que sean propiedad del deudor. 

Cabe mencionar que el embargo lo debe realizar la misma persona que hizo el primero, y debe notificar al juez en qué parte se dejaron los objetos secuestrados.

¿Cómo evitar un embargo de bienes? 

La mejor manera de evitar que tus deudas caiga en impago y por consecuencia sean candidatas de un embargo de bienes, es simplemente pagando. En caso de tener problemas con liquidar tus cuentas existen instrumentos como las reparadoras de crédito que te ayudan a mejorar tus finanzas y decirle adiós a tus cuentas.