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¿Cuál es el mejor banco para pedir un préstamo?

Equipo Editorial Fincompara

Equipo Editorial Fincompara

En el mercado mexicano, existe una variedad de ofertas crediticias. Es importante conocerlas para tomar la mejor decisión en caso de requerir de algún préstamo.  El mejor banco para solicitar un crédito es el que ofrece la tasa de interés más baja. También deben considerarse factores como el cobro de comisiones, los plazos otorgados para pagar y saber si no existen condiciones que generen costos adicionales. Tener claridad sobre la situación financiera personal, tanto del nivel de ingresos como de los gastos, es fundamental para poder elegir la opción crediticia que mejor se acomode a nuestras necesidades.  El Costo Anual Total (CAT) es una medida que incorpora en una cifra la tasa de interés, la anualidad y otros gastos relacionados con el crédito, por ello la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda utilizar la tarjeta de crédito que tenga el CAT más bajo. De acuerdo con un comparativo del Banco de México (Banxico) sobre las tasas de interés para los usuarios de créditos clásico —con límite de más de 15,000 pesos—, estos son 10 bancos con el CAT más atractivo:
  1. Banregio ofrece desde 27.7% 
  2. HSBC, 43.3%
  3. Santander, 49.2%
  4. Inbursa desde 63.9%
  5. Afirme, 66.7%
  6. Invex, 67.9%
  7. Citibanamex desde 69.5%
  8. Bajío, 76%
  9. Scotiabank, 76.3%
  10. BBVA desde 76.4%
 

Créditos de nómina

Los montos a financiar con un crédito de nómina se calculan en función de la antigüedad en el trabajo y el sueldo. Los plazos para pagar pueden ser entre seis y 60 meses. Este tipo de préstamo permite liquidez inmediata, ya que el dinero se recibe en un plazo corto y el que son pagos que se descuentan automáticamente, por lo que la posibilidad de retrasarse se reduce significativamente. Las desventajas son que el uso inadecuado del crédito puede llevar a situaciones de sobreendeudamiento. Esto sumado a que las comisiones y los intereses que cobran las instituciones por este tipo de crédito derivan en el encarecimiento del monto solicitado. La tasa de interés promedio en los créditos de nómina que otorgan instituciones tradicionales es de 24.81%, de acuerdo con datos de 2018 del Banco de México (Baxico). Las instituciones con el interés más bajo en este producto son: Santander 10%, Fonacot 14.69%, Banco del Bajío 19.00%, Banorte 22%, BBVA 23.75%, HSBC, 25.10%, No todos los créditos con una tasa baja son los más baratos, también hay que tomar en cuenta las comisiones por apertura, seguros de vida, seguros de desempleo y el Costo Anual Total (CAT). En algunos casos, el interés puede ser de 10%, pero si el CAT supera el 40%, no te conviene.   Para gestionar este tipo de crédito es necesario tener entre 21 y hasta 79 años, recibir el pago del empleador en el banco, tener como mínimo un monto de 1,800 pesos mensuales y antigüedad de al menos un mes con la cuenta. Otras instituciones bancarias piden al menos 3 meses en el empleo, ingresos mínimos de 2,000 pesos, haber recibido al menos durante un mes el pago en el banco, sumado a tener buen historial crediticio.   

Crédito garantizado

Si tienes nulo o mal historial crediticio, algunos bancos ofrecen tarjetas de crédito garantizadas. Instituciones como el Banco del Bajío, Banco Azteca, Acertum Bank (de Banco Azteca) y Broxel tienen esta herramienta. Los requisitos varían según cada entidad, pero en general solicitan:
  1. Llenar una solicitud
  2. Hacer un depósito inicial (este depende de cada banco)
  3. Ser mayor de edad
  4. Mostrar comprobantes originales de ingresos, domicilio e identificación
Aunque si tienes mal historial crediticio, la recomendación es primero saldar deudas anteriores, pues si te endeudas con la tarjeta garantizada será en detrimento de tu salud financiera.

¿Qué es una tarjeta de crédito garantizada? 

Una tarjeta de crédito garantizada es un instrumento que permite iniciar o reparar tu historial crediticio. Funciona de forma segura para la institución que la emite, ya que primero debes hacer un depósito que será el que establezca tu línea de crédito. De hecho, es un producto diseñado para aquellas personas que apenas empiezan con su vida financiera dentro de las instituciones bancarias, pero también pueden funcionar para aquellas cuyo historial en Buró es negativo. 

¿Y una tarjeta virtual?

Una tarjeta virtual, o una tarjeta prepago, no es una tarjeta física, pero ofrece un número, una fecha de caducidad y un código de seguridad como datos necesarios para comprar por Internet. Dado que no existe una tarjeta física, no se puede comprar en comercios físicos a no ser que la tarjeta se vincule a plataformas de pago móvil como Google Pay, Apple Pay y otros parecidos. La gran ventaja de las tarjetas prepago es que los fondos son limitados. El cliente es quien la recarga y escoge el monto máximo disponible en todo momento. No está vinculada de forma directa a una cuenta, por lo que en caso de ataque, solo tienen acceso al saldo disponible que haya cargado el cliente.  Estas tarjetas virtuales funcionan como las de débito, pero la gestión y la administración es vía Internet y de forma inmediata, tanto para las recargas como para cancelaciones y otras operaciones. Hay que tener cuidado con la desesperación por obtener un nuevo crédito para pagar otro, pues una anotación negativa en el Buró de Crédito puede llevar a los deudores a buscar salidas desesperadas que no les ayudarán a solucionar el problema, sino a hacerlo más grande.  Habrá que leer siempre las letras chiquitas de los préstamos que se ofertan “sin requisitos generales y sin importar la marca en Buró”. Éstos suelen poner en desventaja al deudor que en su desesperación —y sin un plan de ahorro ni cultura financiera— puede firmar condiciones perjudiciales al estar en una situación de insolvencia.   

Crédito sin Buró

Para aquellas personas que ya tienen incluso una marca negativa en el Buró de Crédito también existen productos que les permiten financiarse en el corto plazo, como ocurre con las tarjetas virtuales o de prepago para realizar compras en línea. Además de otros instrumentos que incluso permite reconstruir su vida financiera como ocurre con las tarjetas de crédito garantizadas, diseñadas para quienes ya tienen una deuda con el banco o para las que quieren empezar a tener un historial. Cuando el deudor se retrasa en sus depósitos para saldar la mora o cae en situación de impago, es decir, que se dejó de pagar en los últimos meses, entonces se generará un reporte negativo que quedará consignado en el Buró de Crédito.  Así que no se trata de que alguna institución específicamente meta a los deudores al Buró, sino de un registro automatizado que se genera, según el comportamiento de cada usuario de servicios financieros. Todo aquel que utilice crédito o lo haya usado está registrado en esas bases de datos.  Si el comportamiento del deudor ha sido bueno y es un pagador responsable, estas sociedades lo calificarán de manera positiva para que siga siendo sujeto de préstamos. Si ha incurrido en impago, entonces tendrá la anotación de que perdió su capacidad de pago y por lo tanto ya no es confiable.  

Créditos con aval

Cuando un deudor ya perdió su credibilidad ante el Buró de Crédito, siempre que solicite un nuevo préstamo, le pedirán que haya un aval que responda por él, en caso de que vuelva a incumplir sus compromisos.  Un aval es aquella personas que responderá por la deuda de otro. Esto significa que ante las autoridades aparecerá como corresponsable del compromiso financiero que alguien más no pueda cumplir.  Esto significa que la firma del aval avala con sus propiedades el crédito solicitado para otra persona, incluso corriendo el riesgo de que sean embargadas, en caso de que el moroso vuelva a incumplir con su compromiso. 

Reparadora de crédito 

Si el deudor busca rehabilitarse financieramente y aún cuenta con personas que quieran servir como fiadores de su palabra, quizá es mejor que acuda a una reparadora de crédito que le ayudará a enderezar su camino financiero, en vez de poner en riesgo las finanzas de alguien más.  Las reparadoras ofrecen una solución real al problema de deuda en tres pasos:
  1. Plantean el ahorro como una alternativa para cubrir el adeudo y ofrecen asesoría sobre cómo lograrlo.
  2. Brindan asesoría inmediata sobre cómo manejar las llamadas de cobranza. Esa orientación sobre cómo responder a los acreedores es información de uso inmediato.
  3. Dan resultados en el corto plazo, pues el plan de ahorro que diseñan para el deudor permite la negociación con los acreedores en tiempos determinados. Si el moroso es disciplinado, logrará la liquidación del adeudo dentro del tiempo que se haya propuesto él mismo.  
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