El sobreendeudamiento es cuando superas tu capacidad para pagar los créditos que has solicitado. Significa que estás ganando menos de lo que deberías para poder cubrir los compromisos crediticios a los que tienes que hacer frente cada mes. Aquí, te damos la receta para evitar esta situación.
1. Piensa bien qué tipo de crédito necesitas antes de contratarlo
Hay distintas ofertas crediticias en el mercado. Esto te permite solicitar el préstamo que mejor te convenga, de acuerdo con lo que necesitas comprar a largo plazo.
Una vez que has seleccionado el tipo de crédito que vas a contratar, debes revisar detenidamente las condiciones a las que te vas a comprometer. No debe quedar ninguna duda sobre cuáles son los intereses y cuáles las cuotas adicionales que vayan asociadas a tu préstamo.
El asesor de la institución otorgante del crédito deberá explicarte todas las cláusulas del contrato que firmarán. También puedes preguntar todo lo relacionado a cuáles son los cargos moratorios en caso de que te retrases en tus pagos.
Recuerda que en la planeación que hagas sobre cómo pagarás ese crédito, debes considerar situaciones extraordinarias que puedan impedir que lo liquides. Por ejemplo, desempleo o enfermedad. Así, en caso de que alguna de éstas se presente, puedas echar mano de algún ahorro alterno que hayas previsto para cubrir tu compromiso financiero.
2. Planifica mensualmente tus pagos a tarjetas de crédito
La educación financiera y la planificación es lo que evita las situaciones de sobreendeudamiento, impago y crisis en las finanzas personales.
Cuando tenemos conocimientos sobre cómo funcionan las instituciones crediticias y cuando sabemos cómo administrar nuestras finanzas personales, organizarás tu estilo de vida y tus gastos de acuerdo con tu nivel de ingresos. También sabrás de la importancia de reservar al menos 30% de tus entradas de dinero al ahorro.
La planificación mensual de tus pagos al crédito contratado debe implicar que abones al capital que solicitaste y no solamente a los intereses. Incluso puedes preveer pagar más de lo previsto, si tienes un ingreso adicional. El objetivo es liquidar lo antes posible esos préstamos que te sirven para financiar, en el corto plazo, la compra de un bien o servicio. Sin embargo, un crédito es dinero que no es tuyo, por lo tanto: ¡Lo tienes que devolver! No lo olvides.
3. Abona incluso más de lo programado mensualmente cuando tienes un ingreso adicional.
Lo más importante al contratar un crédito es pagar en tiempo y forma. Si liquidas antes del plazo al que te comprometiste, no recibirás nada adicional. Pero una vez que has terminado de pagar un crédito, tienes la posibilidad de contratar uno nuevo para adquirir un nuevo producto o servicio y seguir acrecentando tu patrimonio.
El mal manejo del crédito y no pagarlo a tiempo se puede convertir en una bola de nieve, especialmente ante situaciones inesperadas que provoquen que te retrases aún más en liquidarlo.
Si no tienes deudas o has liquidado al menos el 80% de un crédito, puedes pensar en contratar un nuevo financiamiento. Jamás consideres contratar un nuevo préstamo para pagar uno que no has podido acabar de pagar. Existen otras estrategias como la reestructuración de deudas que te permiten gestionar de mejor manera una situación de sobreendeudamiento.
4. Evita contratar nuevos créditos cuando aún no has liquidado el 80% de tus deudas.
Un error muy frecuente entre los deudores es pedir nuevos préstamos para pagar deudas que no han podido liquidar. Es una equivocación porque no se resuelve el problema de fondo que implica tener un buen manejo de las finanzas personales para evitar caer en situación de insolvencia y por tanto de impago.
Si usted ya es moroso y está buscando alternativas para pagar compromisos financieros añejos no liquidados, antes de tomar decisiones precipitadas y solicitar nuevos créditos “urgentes” para cubrir los montos mínimos de un compromiso financiero previo, piense que esa decisión podría provocarle un problema mayor.
También podemos necesitar un préstamo urgente ante una emergencia familiar o ante una situación de desempleo. Sin embargo, antes de lanzarse a endeudarse nuevamente, lo mejor será tomar unos minutos para entender cómo funciona el sistema financiero. Es importante que además entienda cómo operan los diversos instrumentos de financiamiento o crédito que existen en el mercado, sólo así podrá tomar la mejor decisión sobre cuál es la opción que más le conviene.
Estoy con el agua al cuello
Si ya estás en una situación límite de sobreendeudamiento, lo mejor es que acudas a empresas especializadas que te ayuden a mejorar tu vida financiera. En México, se conocen como reparadoras de crédito y han ayudado a miles de morosos a salir del impago.
Estas empresas ayudan a negociar obligaciones financieras y ayudan a entender cómo se llegó a esa situación de impago o de sobreendeudamiento. En caso de que este haya sido por una mala decisión financiera o por no haber realizado un presupuesto de ingresos y gastos, los clientes de las reparadoras aprenden que es posible tener nuevamente finanzas saludables.
Los especialistas en finanzas personales de reparadoras como Resuelve tu Deuda realizan un cálculo sobre el monto que se debe ahorrar para que el moroso salde sus adeudos crediticios. Aperturar una cuenta donde el deudor debe realizar depósitos mensuales de manera disciplinada es parte de las herramientas que te ofrecen estas empresas para avanzar en solucionar tus problemas de endeudamiento.
Las reparadoras cobran un cierto porcentaje del total del adeudo antes de la negociación, así que al contratarla recuerda que son empresas que también cobran por sus servicios.